¿ Cómo ser un buen estudiante ? ¡12 claves para mejorar!

29 julio 2022
11 minutos
cómo ser buen estudiante

Al contrario de lo que siempre hemos pensado, un buen estudiante no solo se mide por sus evaluaciones y calificaciones finales. Los buenos estudiantes son aquellos que sienten y desarrollan el gusto por aprender. El hecho de hacerse preguntas constantemente y tener curiosidad por el mundo es una cualidad que, sumada a una serie de hábitos de estudio, es lo que permite alcanzar un rendimiento óptimo. ¡Aquí te enseñaremos cómo ser un buen estudiante!

Muchos estudiantes de diferentes centros de formación en España se sienten frustrados por no alcanzar los resultados académicos que esperan. A pesar del esfuerzo o el tiempo dedicado a estudiar, el problema quizás radica en otros aspectos.

La realidad es que la mayoría de los alumnos no poseen buenos hábitos de estudio y organización que les permitan estudiar de forma más eficiente. Por esta razón, nos enfocaremos en 12 claves que te permitirán impulsar tus capacidades de estudio al máximo.

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1.     Encuentra tu forma ideal de aprender

El primer consejo para saber cómo ser mejor estudiante es entender que no todos aprendemos de la misma forma. Hay personas que entienden mejor una idea si la visualizan, la escriben o la escuchan. Además, no todos tenemos el mismo nivel de retentiva. De esta forma, el primer paso es descubrir de qué forma comprendemos más fácil los contenidos.

Para empezar esta investigación, intenta recordar qué técnicas te han facilitado más el hecho de estudiar, generando mejores resultados. Quizás hay personas que aprenden más elaborando esquemas o a través de imágenes. En ese caso, lo mejor es optar por resúmenes, mapas mentales, conceptuales, colores, dibujos, etc. De esta forma estará presente algún estímulo visual.

Por otro lado, si eres una persona más auditiva, puedes optar a grabarte o buscar videos con la temática que quieres aprender. A este tipo de personas les ayuda también estudiar en grupo o explicarle el contenido a alguien.  

2.     Establece un lugar adecuado para estudiar

Por más cómoda que parezca tu cama o el sofá para estudiar, no es el mejor lugar para hacerlo. Para empezar, permanecerás mucho tiempo en una postura que no es adecuada y tendrás constantemente la sensación de sueño. Además, se ha demostrado que trabajar o estudiar en cama puede producir problemas de insomnio. La cama y el sofá son lugares de descanso y si los asocias con actividad, será más difícil volver a relacionarlos con su propósito inicial.

Escoge un lugar donde puedas estar cómodo, pero no lo suficiente como para distraerte con cualquier cosa. Además, asegúrate de que sea simple y ordenado. Los lugares con mucho desorden y demasiados estímulos pueden generarte ansiedad.

3.     ¡Aleja tu móvil lo más que puedas!

cómo ser un buen estudiante

Te sorprendería saber cuánto tiempo al día perdemos revisando las redes sociales o respondiendo mensajes. Estamos en una era donde permanecer conectados y disponibles para el resto del mundo parece ser la única opción. Entiende que es totalmente necesario desconectar, bien sea para disfrutar del momento presente o para trabajar y estudiar.

Las personas son más productivas cuando no tienen acceso a su móvil o correo electrónico. Si pierdes la atención fácilmente y sientes la necesidad de mirar quién te ha escrito, lo mejor es que apagues el móvil. Para que la distracción sea más difícil, guarda tu dispositivo en otra habitación o en una mochila.

Así sabrás que, si quieres revisar tus redes, tendrás que ir a buscarlo, encenderlo, etc. La idea es enviarle a tu cerebro un mensaje de que no serán unos segundos los que perderás revisando tu móvil, sino mucho más tiempo.

4.     Organiza tus tareas y las fechas de entrega

Ningún método de estudio funcionará si no mantienes un orden en tus tareas pendientes. Por más que encuentres la técnica perfecta, enterarte el día antes que tienes un examen hará que te prepares muy poco. Lo ideal es tener un calendario para anotar:

  • Fechas de entrega de tareas.
  • Exámenes finales
  • Horarios de estudio por semana, llevando un registro del tiempo que efectivamente inviertes cada día en estudiar.
  • Eventos extraordinarios que puedan influir en tu estudio, por ejemplo, viajes, cumpleaños, reuniones familiares, etc.

Esta información te ayudará a establecer plazos y metas diarios. La recompensa de este trabajo es minimizar el agobio y el trabajo bajo presión. Una vez que experimentes los beneficios de adelantar tareas y llevar las cosas al día, agradecerás todo el sacrificio de seguir un orden al estudiar.

5.     Empieza por las tareas más difíciles

Comienza tu jornada de estudio con las materias que sean más difíciles para ti. Debes saber que los primeros momentos de estudio concentran tu mayor punto de atención. Al cabo de unas horas, irás perdiendo la concentración. Lo ideal es aprovechar cuando tu mente está al 100% para resolver tareas complejas, dejando el resto de tu energía para las más fáciles.

6.     Prémiate por tus avances

Más allá de obtener una buena calificación para premiarte por tu esfuerzo, lo mejor es reconocer tus logros en el proceso. Una vez que logres hacer tu calendario de estudios, prémiate al terminar la jornada. Esto puede se a través de una actividad que te guste, un dulce, ver una película, etc. Además, piensa que podrás disfrutar de la recompensa mucho más cuando has terminado el trabajo que cuando te quedan tareas pendientes.

7.     Haz un repaso rápido antes de una clase

No subestimes el poder de 15 minutos de repaso antes de una clase. La noche anterior a una clase, dedícate a leer un poco sobre lo que has visto durante los últimos días. Este pequeño repaso te permitirá entrar a la clase con mayor interés y quizás con algunas reflexiones para discutir.

Ten en cuenta que, si llegas a una clase sin recordar lo último que han visto, tu cerebro tendrá que trabajar el doble. Deberá hacer un esfuerzo para situarse en contexto mientras el profesor está explicando nuevo contenido.

8.     Evita saltarte las clases

Una de las reglas de oro para saber cómo ser un buen estudiante es asistir a las clases. Si bien es cierto que existen contingencias que nos obligan a faltar, intenta asistir a todas las que puedas. Recuerda que, al faltar, debes buscar a alguien que haya tomado apuntes, copiarlos, leerlos, entenderlos por tu cuenta y finalmente estudiarlos para el examen.

Cuando asistes presencialmente a las clases te ahorras muchos de estos pasos. Una cualidad que determina cómo ser buen estudiante es aprovechar el tiempo de una clase. Presta mucha atención, toma apuntes y aclara las dudas que surjan. Si atiendes a la clase, al momento de estudias verás que el contenido es muy familiar y sólo tienes que repasar.  

9.     Toma descansos durante el estudio

cómo ser mejor estudiante

Es importante que hagas pequeños descansos durante una jornada de estudios para refrescar tus ideas. Lo ideal es que descanses un máximo de 5 minutos entre cada hora de estudio. Estos lapsos breves te ayudarán a asentar la información que recibes y reflexionar al respecto. Ahora bien, descanso no significa entrar en redes sociales, sino desconectar de todo esfuerzo mental.

Durante estos períodos puedes comer un aperitivo, tomar agua, estirar los músculos, etc. Si la materia es complicada, intenta pautar el descanso en un momento donde hayas culminado el ejercicio o la lección. No es recomendable hacer el descanso en medio de un tema no resuelto.

10. Duerme bien

Cuando estudiamos, muchas veces creemos que tenemos más tiempo del que realmente existe. Cuando nos damos cuenta de que no vamos como esperábamos, sacrificamos horas de sueño.  Desvelarse antes de un examen final o una prueba muy complicada es uno de los hábitos más comunes entre los estudiantes. Sin embargo, es una práctica innecesaria y perjudicial para ser buen estudiante.

El descanso es tan importante como el estudio, porque es en este momento que el cuerpo y la mente procesan las ideas aprendidas. Además, durante el sueño recuperas la energía que necesitarás la mañana siguiente para concentrarte y acceder a la información. Lo más recomendable es dormir al menos 8 horas para que el cuerpo descanse lo suficiente.

11. No descuides tu alimentación

Otra de las costumbres típicas de los estudiantes es saltarse las comidas, especialmente en la etapa universitaria. La gran mayoría de los estudiantes descuida mucho su alimentación y por ello se sienten desmotivados, estresados y agotados todo el tiempo. Empezar el día con buen ánimo no solo depende de tu bienestar emocional, muchas veces viene dado por tu alimentación.

Un estudio realizado por el Observatorio Nestlé, plantea que existe una relación directa entre la alimentación y el rendimiento escolar. Las cifras arrojan que el 46% de los niños que siguen una alimentación saludable obtienen excelentes. Además, al 84% de los alumnos encuestados que comen bien no les cuesta ir a clases.

Una alimentación ideal para estudiar es aquella que incluye el consumo de frutas y verduras frescas al menos una vez por semana. También es necesario incorporar legumbres, pescados y frutos secos. Por supuesto, la ingesta de agua es sumamente importante y todos los nutrientes que aportes a tu organismo, le facilitarán el trabajo a tu cerebro.

Los nutrientes que contribuyen en el rendimiento escolar son:

Grasas saludables

Alimentos como el salmón, aguacate, aceite de oliva y frutos secos contribuyen en el desarrollo y funcionamiento del cerebro y la vista.

Hierro

Las carnes rojas, mariscos, frutos secos, semillas, legumbres y los productos integrales poseen este mineral que contribuye en el desarrollo cognitivo. Además, permite disminuir el cansancio y la fatiga

Zinc

Las ostras, almejas, hígado, avellanas, pollo y pavo son algunos alimentos con zinc que mejorarán tu función cognitiva. Además, contribuyen con el metabolismo de los carbohidratos y son esenciales para el crecimiento.

Magnesio

La leche, el brócoli, el pollo, los mariscos, las espinacas, quinoa, aguacate y tofu son algunas opciones ricas en magnesio. Te ayudarán a disminuir el cansancio y la fatiga, contribuyendo a mejorar la función psicológica normal y del sistema nervioso.

Vitaminas del grupo B

Las carnes, pescados, hígado, miso, tempeh, col rizada y frutos secos son algunos alimentos ricos en vitamina B. Son fundamentales para el correcto metabolismo de nuestra energía. Además, contribuyen con el buen crecimiento y funcionamiento del sistema nervioso central y del cerebro.

12. Si tienes una duda ¡No te quedes con ella!

Muchas veces evitamos hacer preguntas al profesor por vergüenza o por creer que es una duda sin sentido. Sin embargo, si te reprimes de preguntar, estás coartando tu curiosidad por aprender. Llegará un momento en el que dejarás de plantearte dudas porque no resolverás ninguna y es allí cuando dejas de ser un buen estudiante.

Cuando surja alguna duda, pregúntale al profesor, ya que acudir a internet no siempre es confiable. Además, piensa que son personas que trabajan para enseñar a otros. Si dominaras a la perfección el contenido no necesitarías un maestro. Piensa que aclarar tus dudas te libra del agobio de enfrentarte a un contenido que no entiendes y perder más tiempo cuando te prepares para el examen.

¿Has aplicado alguna de estas técnicas para aprender cómo ser un buen estudiante? ¡Queremos leer tu experiencia en gowork.com!