Tipos de ERTE que siguen vigentes tras el Covid-19
El ERTE o Expediente de Regulación Temporal es un recurso a disposición de los empleadores que se implementa de forma transitoria y en situaciones especiales para suspender la relación laboral y pagar una prestación al trabajador. Tras el fuerte impacto económico del Covid-19, estas medidas se han diversificado y su aplicación será prorrogada hasta finales de enero del 2021.
Tras la última reunión celebrada entre el gobierno y los agentes sociales el 30 de septiembre, se acordaron nuevas medidas para proteger a las empresas y garantizar que los empleados conserven sus empleos a través de la figura del ERTE. Aquí conoceremos las últimas modalidades de ERTE actualizadas hasta la fecha.
ERTE ordinario ETOP
Se implementa para aquellas empresas que no pueden continuar con sus operaciones por causas objetivas, que pueden ser de origen económico, técnico organizativo o de producción. De este modo, lo aplican las entidades que a causa del covid-19 han visto caer sus ingresos en más del 70%.
Bajo esta modalidad puede suspenderse la relación laboral o reducirse la jornada de trabajo. Sin embargo, la empresa debe seguir abonando la cuota de la Seguridad Social de sus empleados. Además, la prestación recibida por los empleados seguirá siendo de un 70% del salario, aunque hayan transcurrido seis meses en ERTE.
ERTE de Fuerza Mayor
Fue la modalidad de ERTE establecida al inicio del estado de alarma. En este tipo de ERTE el empresario no debe pagar la cuota de seguridad social de sus empleados, siempre que tenga menos de 50 trabajadores a cargo, ya que ésta queda exonerada al 100%.
En cambio, para empresas con más de 50 empleados, se exonera el 90% del pago de la cuota de seguridad social. Para ambos casos, el porcentaje de exoneración disminuirá conforme transcurran los meses, hasta enero del 2021. Además, las prestaciones recibidas por los empleados no contarán como parte del paro o prestación por desempleo.
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ERTE de Impedimento
Esta nueva modalidad se aplica en aquellos territorios del país donde las autoridades limiten la actividad de las empresas para controlar los contagios. Así, las empresas pueden permanecer bajo este tipo de ERTE únicamente durante el tiempo que dure el impedimento de la actividad. El empresario recibirá las mismas exoneraciones del pago de la Seguridad Social que en un ERTE de fuerza mayor.
La diferencia de este tipo de ERTE con el ERTE de fuerza mayor es que este último fue una necesidad para todas las empresas ante el estado de alarma y la orden de confinamiento. Sin embargo, el ERTE de impedimento se aplica a ciertas actividades económicas que se vean especialmente afectadas por las medidas de seguridad tomadas fuera del confinamiento.
ERTE de limitación de actividad
Podemos afirmar que el ERTE de limitación de actividad se asemeja mucho al ERTE de impedimento, porque se aplica en aquellos territorios donde existen restricciones de actividades, pero no es obligatorio el cierre total de los negocios. Madrid es un claro ejemplo de la aplicación de este ERTE, ya que se establecieron limitaciones de horario y aforo en establecimientos de hostelería, ocio y comercio.
Por ejemplo, en el caso de un local nocturno con restricción de horario y aforo limitado, compensa más solicitar un ERTE de limitación de actividad, que abrir y operar sin generar ganancias. Por ello, aun cuando se reactivó la economía durante el verano, muchos locales siguieron cerrados porque la naturaleza de su actividad no es compatible con las medidas de seguridad implementadas.
El ERTE por limitación de actividad se puede aplicar a cualquier empresa, independientemente de su sector. En este caso, las exoneraciones en el pago de la cuota de Seguridad Social son un poco más bajas que para el resto de los ERTEs.
Comenzarán el primer mes con un 85% de exoneración para empresas con menos de 50 trabajadores y 75% para empresas grandes, disminuyendo mes a mes hasta llegar a un 60% y 50% respectivamente en enero de 2021.
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