Vivienda unifamiliar: must have tras el Covid-19
La pandemia del covid-19 trajo consigo una caída en la compraventa de pisos en España. En su lugar, la gente está prefiriendo una vivienda unifamiliar, así que los inmuebles prefabricados se convierten en toda una sensación para los compradores. En esta oportunidad, te contaremos por qué la tendencia del mercado ha cambiado y los residentes ahora prefieren estar alejados de la ciudad en viviendas mucho más grandes y espaciosas.
El confinamiento hizo replantearse a más de uno su definición de hogar
Tras largos meses encerrados en casa, muchas personas comenzaron a cuestionarse si realmente su vivienda actual respondía a sus necesidades reales. Hay que tener en cuenta que, a la hora de elegir una vivienda, no siempre se piensa en espacios de teletrabajo o de recreación infantil. Sin embargo, la pandemia fue un momento muy duro para muchas personas cuyos hogares no estaban acondicionados para este tipo de actividades.
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Aspectos como el espacio, la presencia de un estudio de trabajo y una sala de estar ahora son prioridad en la búsqueda de una nueva vivienda. Por esta razón, aumentaron las reformas y rehabilitación de inmuebles. Ninguna familia se imaginaba lo caótico que podía ser vivir en un espacio pequeño, estando habituados a una dinámica donde muchas veces no coinciden todos los integrantes de forma simultánea.
Además, sabiendo que el teletrabajo es ahora una opción, cientos de habitantes de las grandes ciudades prefieren ocupar un espacio más cómodo y tranquilo como puede ser una vivienda unifamiliar, una casa con parcela o un chalé. El sector de la construcción puede aprovechar esta nueva tendencia para no sufrir tantos daños como otras industrias durante la pandemia.
Los habitantes tienen mayor interés por ciudades menos pobladas
La vivienda unifamiliar elevó su nivel de ventas durante el cuarto trimestre del 2020, llegando a un máximo histórico desde el año 2005. Además, la venta de pisos bajó, ya que las familias ahora prefieren la distribución de espacios de una vivienda unifamiliar con mayor superficie, al igual que áreas abiertas como terrazas y jardines para la recreación y el esparcimiento.
Los pisos de gran tamaño fueron los más demandados, donde más de la mitad de las ventas fueron de inmuebles con una superficie que superaba los 80 metros cuadrados. Además, ciudades como Madrid y Barcelona sufrieron una leve caída en el interés en cuanto a la compra de viviendas. Tras el confinamiento, las personas decidieron buscar centros poblacionales menos habitados, ya que existía la modalidad del teletrabajo.
Realmente, ya existía una tendencia a alejarse de las grandes ciudades, especialmente por el turismo masivo. Sin embargo, toda la situación de la pandemia aceleró este éxodo, ya que miles de las familias se trasladaban a ciudades más pobladas por razones laborales.
Ahora que la actividad económica está volviendo a tomar su curso, es importante revisar nuevamente estos índices en 2022. Así podremos saber si se trata de algo temporal o si el desinterés en las grandes ciudades se debe a un cambio conductual de los compradores. Algunos directores inmobiliarios aseguran que la tendencia se mantendrá al menos durante los próximos cinco años y que existen proyectos de construcción para construir más viviendas unifamiliares.
La vivienda unifamiliar como nueva tendencia
El modelo de construcción industrializada de viviendas también se encuentra en auge para satisfacer este aumento en la demanda de una vivienda unifamiliar. El encierro hizo que muchas familias buscasen una nueva opción como vivienda, pensando en la posibilidad de que se repita un evento como este en un futuro.
La elección de espacios verdes y terrenos al aire libre no se hizo esperar. Los clientes buscan casas con estancias amplias, más luz solar y, sobre todo, con espacios para teletrabajar y recrearse, a fin de aumentar su calidad de vida.
Las familias cuyas empresas se adaptan al trabajo remoto tampoco están dispuestas a pagar altas sumas de dinero en un alquiler en las grandes ciudades, cuando pueden vivir mucho más tranquilas en zonas un poco más alejadas de la urbe.
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