Opiniones MIRADOR DE ULIA

La villa en la que se asienta el restaurante Mirador de Ulía se construyó en 1.939 y
En 1966, Faustina Zaldua cocinera formada en la mejor tradición de la gastronomía donostiarra, comprendió que aquel privilegiado lugar debía ser abierto al público y compró el edificio para inaugurar el restaurante en mayo de ese mismo año. En mis años trabajando aquí he contemplado todas las cosas que puede brindar el restaurant como por ejemplo; los jardines, calificados por algunos como un verdadero oasis en el Monte Ulía, están preparados para la celebración de recepciones y diversas celebraciones. El salón central, decorado por Juan María Navascués, permite alojar reuniones multitudinarias manteniendo siempre la perspectiva de sus vistas. Pero es la terraza el lugar de privilegio donde se puede contemplar una vista inigualable que comienza en la playa de la Zurriola y en días despejados continúa por toda la costa guipuzcoana perdiéndose por detrás del ratón de Getaria. Ellos cuentan con los mejores profesionales en la gastronomía, su cocinero principal ha realizado un largo recorrido hasta lograr imponer su personalidad en cada uno de sus platos, el ofrece una cocina innovadora sin complejidad alguna pero enraizada en la cocina tradicional, de la que ha heredado su pasión por los sabores y aromas a los que aplica las técnicas más avanzadas para sorprender al comensal con la composición en el plato, pero sobre todo con la exactitud. El clima laboral aquí es excelente, lo mejor de todo es ver que los clientes se sienten más que satisfechos por la comida y la atención que se les brindan día a día.