Avomix

Experiencia personal de antaño, aunque me consta, que siguen casi igual.El contrato: L a V 40h, pero echabas más de tus horas a diario y, si tenías que ir sábados u domingos, pues acudías, si no ibas, a los pocos días, alegaban que la producción bajo, o en su defecto, te echaban sin avisar. Pagaban la hora a 3,40 €. Al abonarte tu sueldo, no te cuadraban nunca! aunque la apuntase, la nómina,no ponía nada real, te pagaban menos de lo que ponía en nómina, ellos jugaban según su beneficio, tú solo te limitabas a firmar, porque le preguntabas el porqué de esa gestión, y alegaban que- todos estamos iguales. Yo era una niña de 17 años, con ganas de trabajar, asín que no le das importancia. Al llegar obtienes delantal, gorro, botas de agua, y ( no por covid, sino por manipulación alimentaria), unas mascarillas de papel, que con 3 veces de respiración ya debías cambiarla, pero NO! hasta que se rompiese no había más.Entrabas desde las 6 u 7 de la mañana, hasta finalización jornada, tenías 15h minutos desayuno, 45 minutos almuerzo y 10 de merienda cena, y comías en la calle, porque el comedor era muy pequeño y solo había 1 mesa pequeña y 4 sillas. Los horarios podían ser de 6 u 7 como comentaba, hasta las 1 de la mañana, 2... 11 de la noche... la vez que más estuve fue de 7 a 4 de la madrugada y al otro día a las 7, si no ibas, te echaban de la empresa, alegando baja producción. Mi labor consistía en, cortar el aguacate manualmente con cuchillos básicos, sacar el hueso y, quitarle la piel al aguacate. Lo echabas a una cinta transportadora hasta que caían en un barreño de 50 kilos y al llenarse, con una compañera, cogias a pulso y vaciabas en lo que denominaban ellos "Torba". En este trabajo lo que más me sorprendió es que, ellos usan la peor fruta que puedas imaginar, podrida incluso, si se escapa algún hueso por errro, no pasaba nada, la "torba", como así la hacían llamar, todo lo trituraba, aunque siempre había un a chica, y nos turnabamos, con un palo apretando ese recipiente donde trituraba el aguacate, porque al caer hueso se atascaba y lo que hacíamos era apretar y empujar con un palo para que lo triturase y fuese cayéndose junto al aguacate ya triturado al barreño. Una vez finalizada tu jornada, llega la hora de la limpieza. He de decir, que por condiciones de mantenimiento de guacamole o salsa tacos que también elaborabamos, teníamos que trabajar bajo condicines de frío, era una cámara justamente dónde se trabajaba, para que ese alimento, se conservase, según ellos, porque luego, lo dejaban fuera si en la cámara no había sitio, a la interprerie y no pasaba nada, y lo congelaban en la mayoría de los casos. Lo más llamativo fue lo siguiente, se quedaba guacamole sin vender, cuando era antiguo, al abrir la tarrina era completamente negro! por el frío de congelación y tiempo envasado, podía llebar envasado casi meses largos, algunos, medio año, pero no lo tiraban, nos mandaban a algunas a abrir tarrina por tarrina, vaciarlos en barreño ya ese guacamole elaborado y negro, y al llenarse, lo echaban en la "batidora" agregaban ingredientes nuevos, con sus respectivas cantidades de conservantes y quedaba sorprendida, que al echarle un líquido transparente (a día de hoy ni el nombre sé porque no lo decían ), esa pulpa negra y prácticamente "podrida", se podía decir, volvía a su aspecto verde y agradable que te daban ganas de comer. No sé hasta que punto eso era normal o puede hacerse esa gestión, pero lo hacíamos a menudo!, cada vez que mercancía se quedaba trasera, a esa mezcla, se le agregaban aguacates del día también, supongo, que para que tuviese esa mezcla la consistencia de esos aguacates recién cortados, aunque como bien dije anteriormente, la peor fruta es la utilizada para este proceso, se usa de todo! lo único que sacábamos eran las que iban mordidas por ratas, el resto! todo valía. A día de hoy he podido constatar, que eso, sigue igual. (eliminado por administrador) y encargados nefastos. Hace mucho de ello, pero nos han tenido así a todas las que como yo, aguantamos, porque eso era entrar compañera hoy nueva, y algunas ni avisaban que se iban, después del desayuno, desaparecían