Restaurante Casa Agustín

Le pongo 1 estrella pero en realidad se merece un CERO… ninguna.
Somos moteros y este domingo acudimos, mi esposa y yo, a Casa Agustín a almorzar. Eran sobre las 12:45 y al pedir una mesa para dos, el dueño o responsable nos dijo que era muy tarde y ya solo daban comidas. Al pedirle entonces una mesa para comer, me dijo que hasta las 13:30 no daban comidas. En el comedor no había absolutamente ningún comensal. Le volví a pedir que, por favor, nos diese de almorzar o de comer y que no entendíamos su negativa y me contestó que en la cocina estaban ya ocupados preparando los menús. Le volví entonces a pedir que nos sirviese algo de lo que tuviesen preparado y volvió a negarse. Ante ello le dije que no lo podía entender y que lo comunicaría en las redes sociales, respondiendo que hiciese lo que quisiera pero que no nos daba de almorzar. Nos fuimos.
No entiendo como este (eliminado por el administrador) está al frente de un establecimiento hostelero de tanta solera. Si el abuelo Agustín supiese quien está al mando de su barco alucinaría. Creo que es su hijo, pero sin punto de comparación con el abuelo. Personas como ésta hacen un flaco favor al sector hostelero, que tan mal lo están pasando últimamente. Seguro que este (eliminado por el administrador) será de los que luego se quejen de los pocos ingresos o poco trabajo en la hostelería.
Nos fuimos al pueblo de al lado, a Hijar, y estuvimos en el Bar El Volante. Eran ya las 13.30 y nos dieron de almorzar. Por cierto un almuerzo a base de huevos fritos, patatas, jamón y oreja espectacular, y con una atención superamable y respetuosa… como debe ser.
Lo dicho… un CERO a Casa Agustín y a su responsable.