Opiniones Liceo Europeo

Trabajé como profe de infantil en su escuela de verano con una subcontrata. Las aulas no tenían aire acondicionado y las ventanas daban a un patio donde había una actividad de karts, así que o cerrábamos las ventanas y moríamos de calor, o todo el tiempo tragando el humo de los coches.
Cada actividad duraba apenas 10 minutos y los niños se pasaban todo el día de un lado para el otro sin disfrutar realmente de nada.
Los ayudantes de pasillo (ex-alumnos del colegio), que debían estar en caso de que el profe tuviera que ausentarse o llevar a algún niño a la enfermería, nunca estaban.
Para la merienda les daban leche en unos vasos que apestaban después de haber sido utilizados durante años y que a los niños les hacía vomitar. Tuve que comprar vasos de mi dinero para que mis alumnos pudieran merendar y la dirección nunca hizo nada por remediarlo.
Además no nos pagaban el tiempo que nos quedábamos después de clase esperando a que todos los padres recogieran a sus hijos (que a veces llegaba a ser más de una hora). No teníamos obligación de quedarnos, pero de no hacerlo, los niños se quedaban solos esa hora (niños de 3-4 años) y a nadie parecía importarle.
En definitiva, para ser un cole supuestamente de tan buena categoría, ni loca llevaría a mis hijos allí y, desde luego, hay que tener un tipo de fortaleza especial para poder trabajar allí sin acabar indignado.