No sé a qué dedicarme ¡Te ofrecemos soluciones y pasos!

31 agosto 2022
8 minutos
no sé a que dedicarme

Los seres humanos son entes cambiantes y en constante evolución. El cuestionamiento de “no sé a qué dedicarme” no es algo exclusivo de los adolescentes. A lo largo de la vida es válido experimentar la sensación de no saber si se está en el camino correcto. Además, el hecho de escoger una profesión es una decisión muy importante que determina muchos aspectos de tu vida. Es por ello que, en esta oportunidad, queremos orientarte sobre cómo encontrar tu camino profesional.  

Elegir la profesión que vas a ejercer durante muchas horas de tu día puede ser una tarea difícil. Muchas opiniones de empleados afirman querer cambiar de profesión incluso a los 40 años. Si tienes dudas, lo primero que debes saber es que no estás solo en esta situación. 

A pesar de que muchas personas parezcan estar decididos desde pequeños, no se trata de una regla. Todas las realidades e inquietudes particulares son distintas y la vocación puede variar a lo largo de la vida. Sabiendo que existen tantos casos de baja por ansiedad en el trabajo, es importante minimizar los factores estresantes en cualquier rutina. Si te repites a ti mismo “no sé a qué dedicarme” te ayudaremos a decidir.  

Tengo 20 años y no sé qué hacer con mi vida 

Si actualmente estás en la mentalidad de no sé qué estudiar y no me gusta nada, quizás no es el momento adecuado para decidir qué estudiar. La realidad es que el sistema educativo nos obliga a tomar esta decisión a muy temprana edad. Muchas veces durante los estudios es difícil realizar actividades extraescolares que permitan tener una idea de a qué dedicarse. 

Permítete tener un tiempo para probar diversas actividades que te llamen la atención o te generen curiosidad. Aunque no sepas en primera instancia si te gustan, es necesario que sean actividades que te despierten algún tipo de interés. Esto te permitirá saber si quieres profundizar a nivel académico en alguna de estas áreas. Viajar o visitar otras comunidades como Madrid o Cataluña también te pueden inspirar para descubrir cuál es la oferta laboral de cada sector de España. 

¿Cómo empezar una nueva vida a los 40? 

Quizás pienses que no es normal sentir que quieres un cambio radical en tu vida a los 40. Sin embargo, ocurre más veces de las que imaginas y son etapas completamente normales. No debes sentirte como un fracaso o perdido simplemente por querer cambiar cosas. Está bien si lo que pensabas que era tu vocación ha dejado de llenarte. También es válido descubrir nuevas vocaciones mientras te permites vivir y experimentar.  

Lo importante es que identifiques que estás en una situación que no te satisface del todo y que quieras hacer algo para cambiarlo. Éste es el punto de partida para realizar cualquier avance a nivel personal o profesional. Todos los consejos que exponemos a continuación son útiles tanto si acabas de salir del bachillerato, como si tienes una carrera universitaria y un trabajo estable, pero quieres algo más o algo diferente. 

¿Qué hacer cuando no sabes qué hacer con tu vida? 

no sé a qué dedicarme

La frase “no sé qué hacer con mi vida” es más común de lo que crees, especialmente si estás en una edad decisiva. Seguramente, cuando te preguntaban de pequeño no tardabas mucho en responder. Sin embargo, con el paso del tiempo las ideas de lo que quieres hacer se transforman en el camino.  

Que aparezcan estas dudas es una buena señal, porque quiere decir que te importa encontrar tu felicidad y propósito. Nadie quiere estar la vida entera haciendo algo que le haga infeliz, o sintiendo que ha desperdiciado su tiempo y energía. Considera estos consejos para obtener más claridad a la hora de decidir a qué dedicarte. 

Identifica en qué punto estás ahora 

Para saber a dónde ir es importante identificar dónde estás. Para hacerlo, necesitas plantearte ciertas preguntas que te darán mayor claridad:  

  • ¿A qué actividad dedico mi tiempo actualmente?  
  • ¿Qué motivos me han llevado a hacer lo que hoy hago? 
  • ¿Estoy satisfecho/a con lo que hago día a día? ¿Por qué? 
  • ¿Mi ocupación actual es temporal? 
  • ¿Mi ocupación me ayuda a avanzar hacia lo que deseo en un futuro? 
  • ¿Estoy formándome para convertirme en aquello que un día soñé ser? 
  • ¿Tengo algún modelo a seguir o personas que me inspiren? 
  • ¿Me siento bien conmigo mismo? 
  • ¿Me siento bien con las personas con las que comparto diariamente?  

A medida que contestes a cada pregunta, dedica un momento a observar cada una de las respuestas y cómo te sientes al respecto. Ten en cuenta que existen muchas razones por las cuales sigues haciendo o has dejado de hacer algo. Puede ser por temor al cambio o por complacer a otros. También existe el caso donde llevamos una mala relación con nosotros mismos por mucho tiempo, alejándonos de nuestra libertad y bienestar.  

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Encuentra tu IKIGAI 

Para aclarar la duda de no sé a qué dedicarme y qué hacer cuando no sabes qué hacer con tu vida necesitas conectar con tu elemento. Existen actividades que haces diariamente que te pueden llevar a tu propósito, y otras que te alejan de éste o te mantienen en pausa.  

Realizando un ejercicio práctico para descubrir tu “IKIGAI” puedes encontrar tu propósito. IKIGAI es un concepto japonés que se traduce como “la razón de vivir” o “el motivo por el que te levantas cada día”. Este elemento nace de la convergencia de cuatro ideas principales: 

  • Lo que amas: apunta lo que te gusta hacer, incluso si hace mucho no lo practicas. 
  • Lo que se te da bien: todo lo que haces de forma natural y con facilidad. 
  • Aquello que crees que el mundo necesita: aquello que creas que coincide con tus valores y a la vez deseas para el mundo. 
  • Aquello por lo que pueden pagarte.  

Una vez que das respuesta a estas cuestiones, puedes identificar dónde convergen las cuatro y a partir de esta convergencia nace tu propósito. De la interacción entre lo que amas y lo que el mundo necesita nace tu misión. Entre lo que amas y lo que se te da bien, nace tu pasión. Entre lo que crees que el mundo necesita y aquello por lo que pueden pagarte, nace tu vocación.  

Finalmente, entre lo que se te da bien hacer y por lo que pueden pagarte está tu profesión. Si logras equilibrar estos cuatro aspectos y conectas tu misión, pasión, vocación y profesión, estas viviendo tu IKIGAI. 

¿Qué NO quieres en tu vida? 

Cuando es difícil descifrar qué hacer con mi vida, suele ser útil empezar identificando aquello que no quieres en tu vida. De esta forma, conoces aquello que no deseas volver a repetir en tu día a día porque te aleja del camino que quieres construir. Algunos ejemplos asociados a la profesión pueden ser: 

  • Salir temprano de casa y volver muy tarde. 
  • Trabajar 8 horas al día. 
  • Pasar poco tiempo de calidad con mis hijos.  
  • Utilizar uniforme.  
  • Vivir en el mismo lugar. 
  • Sentirme anclado a un trabajo. 
  • No ganar suficiente. 
  • Depender de un jefe 
  • Vivir con prisa y estrés. 
  • Compartir mi tiempo con personas que no me agradan. 

¿A qué me dedico? Nuestros consejos 

no se que estudiar no me gusta nada

Para responder a la pregunta de no sé a qué dedicarme, hemos preparado algunos consejos o reflexiones.  

  1. Busca tu vocación: cambia la forma de preguntarte a ti mismo “qué debo hacer” por “qué quiero hacer”. Esto te acercará a tu vocación y a tus deseos internos en vez de las obligaciones. 
  1. Imagina a tu “yo” del futuro: tener aunque sea una idea borrosa de lo que te gustaría que fuese tu vida en 5 años puede guiarte en el camino para acercarte lo máximo posible a ella. Además, te permite establecer prioridades y propósitos en tu día a día. 
  1. Evalúa todo lo que rodea a un trabajo: más allá de las tareas que implica un trabajo, hay factores colaterales que debes considerar. Estos aspectos pueden hacerlo más atractivo o convertirlo en un suplicio.  
  1. ¿Qué tan importante es el dinero para ti?: identifica a qué altura colocas el listón del dinero como prioridad en tu vida. Hay quienes asocian la plenitud con obtener una cierta cantidad de ingresos y es totalmente válido. En ese caso es posible que la vocación pase a un segundo plano.  

Si consigues combinar vocación con ingresos elevados, entonces habrás encontrado la combinación soñada. Sin embargo, no te obsesiones con esta idea, porque no es común que ocurra durante los primeros años del ejercicio de cualquier profesión.  

Ahora que hemos intentado guiarte un poco en la duda de “no sé a qué dedicarme” ¿Añadirías algún otro consejo? ¡Queremos conocer tu opinión en gowork.com!